dedicación a cuidar y apoyar a quienes necesitan ayuda para realizar sus actividades diarias.

Deseo genuino de marcar una diferencia en la vida de quienes necesitan ayuda. Es una vocación que combina empatía, paciencia y compromiso, porque se trata de cuidar y acompañar a personas que enfrentan desafíos en su día a día. Sentir esa satisfacción al ver cómo una pequeña atención o una palabra de apoyo puede mejorar su bienestar, es lo que impulsa a estos profesionales a seguir aprendiendo y creciendo en su labor. La pasión también surge del amor por ayudar, de querer ofrecer dignidad y respeto, y de entender que cada persona merece ser atendida con cariño y dedicación. Es una profesión que llena el corazón y que, a la vez, permite aprender mucho sobre la humanidad y la importancia de la empatía.