Con uno de la lengua de signos si es necesario

profesora sensible y comprometida, capaz de mimetizarse con las dificultades de aprendizaje de su alumnado para comprenderlas desde dentro y acompañarlas con empatía. Observadora y flexible, adapta su forma de enseñar a los distintos ritmos y necesidades, convirtiendo los obstáculos en oportunidades de aprendizaje. Además, domina la lengua de signos, lo que le permite comunicarse de manera inclusiva y derribar barreras, haciendo del aula un espacio verdaderamente accesible para todos y todas.