Mi experiencia me dice que los niños/as funcionan mejor sintiéndose seguros/as. Para ello, es necesario que el rol del/la docente sea el de una figura que acompaña en todo proceso. Se tienen que sentir acompañados/as, para que puedan expandir su exploración al mundo que les rodea, y así, podrán poner en marcha su imaginación e interés por el entorno/medio. Por otro lado, la metodología debe ser u...
Mi experiencia me dice que los niños/as funcionan mejor sintiéndose seguros/as. Para ello, es necesario que el rol del/la docente sea el de una figura que acompaña en todo proceso. Se tienen que sentir acompañados/as, para que puedan expandir su exploración al mundo que les rodea, y así, podrán poner en marcha su imaginación e interés por el entorno/medio. Por otro lado, la metodología debe ser una mezcla entre la de Montessori y Pikler. Cada niño/a tiene sus tiempo y sus propias necesidades, por ello, es necesario cuidar estas dos partes, para que sea el propio niño/a quien decida cuando y cómo. No obstante, mi función como profesora es la de ayudar y guiar en ese proceso, para que el niño/a vaya adquiriendo e interiorizando todo aquello que sea novedoso para el/ella. Por otra parte, es muy importante escuchar y que se sientan escuchados/as. De ese modo, sentirán confianza y eso les dará seguridad, que ambas son muy importantes para que estén receptivos/as. Si un niño/a está molesto por algo, hay que atender sus necesidades sin invadir sus propios tiempos. Es decir, mi figura como profesora es esencial para los niños/as en la resolución de conflictos o momentos delicados. Para ello, mi objetivo es observar el día a día de forma minuciosa, para saber cuáles son sus necesidades y así, poco a poco acercarme más a ellos/as. A través del juego, los niños/as aprenden, aprenden a conocerse a si mismos/as y aprenden a conocer el entorno. Y lo más importante, que se sientan bien.
Ver más
Ver menos