Comencé a impartir clases particulares hace unos 7 años, cuando vivía en Madrid para comenzar a tener algo de independencia económica. Y poco a poco, fui cogiéndole el gustillo: He sido profe particular, monitora de extraescolares, monitora de campamento bilingüe... Pero, ante todo, he sido y soy alumna.
Mi facilidad para escuchar, observar, comprender y empatizar con las personas me han ayudado mucho en el proceso de APRENDER A ENSEÑAR, y por mi formación en Comunicación he ido afinando todavía más estas capacidades. Además, las bases en Sociología y Psicología sobre las que se construye me sirven de mucho apoyo. Pero, al margen de todo esto, soy una persona muy curiosa y multidisciplinar que disfruta aprendiendo y que, como digo, también es estudiante.
Sin embargo, esto no significa que no haya pasado por épocas académicas y asignaturas que se me han hecho verdaderamente complejas de manejar. De hecho, la propia experiencia me lleva a, en ocasiones, enfocar las clases desde una postura como de "hermana mayor". Enseñar aúna muchas cosas que me gustan, pero tratar de evitar a otras personas ciertas situaciones que he vivido o tenido cerca es lo que realmente hace que me llene y disfrute implicándome al máximo.
Creo que la clave está en comprender cómo funciona la cabeza de cada uno, la manera en que codificamos el mundo y aprendemos mejor para poder ADAPTARTE y "hablar en el mismo idioma". Y, a partir de ahí, encontrar el equilibrio entre, por un lado, la PACIENCIA, la calma, la CONFIANZA... Explicar las cosas las veces que sean necesarias, y evitar presiones innecesarias y sentimientos negativos o de inferioridad; y por otro, las capacidades, habilidades, limitaciones y características del alumno. De esta forma, se puede lograr una relación en la que la EXIGENCIA sea proporcionada y se cree un COMPROMISO adicional por parte del alumno para con la profe, que con el tiempo, la experiencia y la seguridad, dejará de ser necesario. Vamos, un empujón un poco más contundente de lo normal como el que tod@s, en algún momento, hemos necesitado.
Mientras termino de formarme y de encontrar mi huequito en el mundo de la Comunicación e Imagen Publicitaria, continúo enseñando diferentes disciplinas en una escuela de música moderna de mi ciudad a alumnos de todas las franjas de edad desde los 2 años.