Manuel González Silva

Planteo las clases como conversaciones, siempre intento buscarle un punto lógico a cada tema que tratamos, así como una aplicación práctica del día a día (por ejemplo: el cacao en polvo se disuelve mejor en leche caliente, luego la solubilidad aumenta con la temperatura). Pequeños detalles que ayuden a comprender y recordar cada punto de conflicto dentro de un temario extenso.

Las clases en mi propia casa están totalmente preparadas, con pizarra, sillas de estudio y, ahora, con hidrogel en la puerta y desinfección tras cada turno de clase.

También me ofrezco a dar clases a pequeños grupos reducidos de alumnos, de esta forma y un alumno quiere venir junto con un compañero de clase pueden hacerlo, teniendo así una reducción del precio inicial cada uno de ellos.

En general, me gusta hacer las cosas simples, en algunas ocasiones es más sencillo que en otras pero siempre hay una manera. Me preocupa mucho no solo que el alumno apruebe (que, sin duda, también), sino que piense y entienda el por qué de las cosas, que desarrollen su pensamiento crítico y busquen métodos de estudio que se ajusten a ellos más allá del típico memorizar-escribir-olvidar.