Marta Roig

Hablar sobre una misma es, por norma general, complicado. Presentarse a una misma supone una dificultad añadida a lo anterior, en tanto que no se trata ya de hablar por hablar, sino de introducirse a otros. Todos conocemos lo significativo de las primeras impresiones. Es por ello por lo que no debe pecarse de humildad pretendida ni de falsa exaltación de características que no se poseen.

Un breve resumen de mis aptitudes se englobaría en el adjetivo inquieta. Me gusta aprender nuevas cosas, enfrentarme a nuevos retos, conocer distintos enfoques, distintas personas y distintos escenarios que me obliguen a sacar lo mejor de mí. El trabajo monótono acaba con cualquier interés por el descubrimiento de nuevas experiencias. Creo que tener la capacidad de crecer y adaptarse, sin acomodarse, a cualquier ámbito es siempre un valor añadido que marca una diferencia notable.

Compaginar la docencia con el desempeño de mi trabajo como abogada junior parece la continuación natural del iter académico de quien ha estudiado dos carreras y dos másteres. Sin embargo, no creo que sea ese el hecho diferenciador que me señale como óptima candidata, sino la experiencia internacional que me precede. Hacer un voluntariado en Marruecos, ir de Au Pair a Londres, participar activamente en la AIJA, implicarse en el asociacionismo joven valenciano, etc., son algunos ejemplos. Asimismo, mis experiencias con el mundo externo al ámbito estudiantil no se limitan al verano. Durante los últimos cursos de la carrera compaginé prácticas (tanto curriculares como extracurriculares) con la carrera y el trabajo (primero en una academia, luego en un pub y por último, en Leroy Merlin).

Los diversos caminos que ha seguido mi formación me han permitido estar en contacto con mucha gente muy diversa, saber empatizar y entender su funcionamiento, ponerme en su lugar y saber qué necesitaban en cada momento. Llegar a conocer rápidamente cualquier entorno dinámico y constantemente en cambio es algo que me apasiona. Simplemente me implico en lo que me gusta, y desde luego el derecho, y sobre todo su puesta en práctica, me apasionan. Además, gracias a la parte más sociológica y estadística que aporta el grado en Ciencias Políticas, he tenido una formación crítica y analítica en aspectos que normalmente pasan desapercibidos en las ciencias jurídicas.

Por mi parte, considero que cumplo con las características requeridas para ser un buen activo docente, y continuar con una descripción escrita sobre mí sería narcisista. De este modo, y sin más dilación, me doy por presentada.