Meritxell Guirles Liñán

Enseñar es mi pasión. Y de hecho, cnsidero que el docente es más bien un guía, un acompañante que puede ayudar a sacar lo mejor del alumno que tiene enfrente. La vivo intensamente y por eso mis alumnos lo notan, les consigo transmitir ese entusiasmo que, al final, se traduce en más curiosidad, más ganas de aprender, más ganas de mejorar.

No sigo una metodología concreta, porque cada alumno es distinto, cada escuela exige algo diferente, cada dificultad es única y, por lo tanto, cada intervención estará totalmente individualizada. Mi trabajo consiste en escuchar al alumno para que se sienta libre y confiado y deje ayudarse, detectar esa dificultad, averiguar de dónde viene, incidir en ese desbloqueo y, con amor y respeto contribuir a la comprensión, al aprendizaje y a la mejora del rendimiento académico.

Eso sí, mis clases son, en todo lo posible, prácticas, activas, vivas, visuales. En función de la materia, el alumno y el trabajo de fondo que hay que realizar, tendré que hacer clases magistrales, o prácticas. En función de la edad podré utilizar recursos visuales, digitales, material manipulativo, etc.

Lo que sí es fundamental para mí y hacer que sea la materia que sea, cada alumno sea capaz de comprender lo que lee y darle recursos para poder hacerlo: esquemas lineales, visuales, presentaciones digitales, mapas conceptuales artísticos, resúmenes, etc. Así, tendrá gran parte del proceso de estudio para hacerlo a su manera, con éxito.

Como dijo Eric Hoffer, "En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe."