Noah Alonso Heras

Aprender una lengua es una actividad dinámica y que requiere de vida, de energía, de poder y querer uno mismo. Una lengua es un ser vivo que hay que cuidar y mantener y como tal, las clases se basaran en recursos conversacionales, en hablas formales e informales, en aspectos gramaticales pero también léxicos. El lenguaje humano está lleno de potenciales y de poder y es nuestro deber y va en nuestro ser el dominar dicho poder y ser capaces de expresarnos sin vergüenza ni pudor alguno. No existen lenguas mal habladas, aquellas mal habladas son las lenguas no habladas.

Así si quieres unas clases dinámicas, enérgicas, personalizadas, divertidas, donde puedas hablar, seas libre de preguntar y comunicarte, donde crearás y reciclarás tu a es tu oportunidad.