Llevo tres meses aprendiendo bachata con Nuria y ¡vaya viaje! Pensaba que la bachata era solo un par de pasos aquí y allá, y Nuria te abre un mundo nuevo. Lo primero que noté fue su paciencia; no importa cuántas veces te equivoques, ella está ahí, con una sonrisa, para repetir contigo las veces que haga falta.
Hace que cada clase sea superdivertida. Se nota que ama lo que hace y eso se contagia. Es toda una profesional docente y una bailarina increíble. Aprender viéndola es un regalo; te muestra exactamente cómo se hace, con esa elegancia que solo tienen los que hacen que parezca fácil.
En este corto tiempo, he aprendido un montón: figuras, ritmo, y sobre todo, a disfrutar.
Si estás pensando en aprender bachata, con Nuria es ir a lo seguro.
Ver más
Ver menos