Sara

Actualmente trabajo por cuenta ajena en una empresa de ingeniería, pero la enseñanza ha sido algo que siempre he disfrutado. De hecho, cuento con el Máster en Formación del Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y Enseñanzas de Idiomas. Todos los alumnos tienen potencial, solo hay que ayudarles a encontrarlo.

El objetivo en la clases es que el alumno comprenda lo que hace. Para ello, primero se trabajan ejercicios sencillos para comprobar que los conocimientos básicos están asentados. Después, se hacen ejercicios que ayuden al alumno a ver el temario desde todos los puntos de vista posibles, tanto trabajando ejercicios rutinarios como apoyándonos en situaciones cotidianas. Finalmente, se realiza un informe de errores, es decir, un breve documento que recoge dónde se falla habitualmente para evitar caer en los mismos fallos una y otra vez.

La clases publicadas son de 60 minutos pero siempre recomiendo clases de 90 minutos. La razón detrás de esto es que el alumno es capaz de continuar la explicación durante el tiempo recomendado, teniendo más posibilidades de hacer ejercicios, identificar fallos, resolver dudas o incluso adelantar temario. De esta formas, frente a una parte del temario en la que el alumno se atasque, se podrá hacer un mayor hincapié, evitando retrasar otros contenidos relevantes y que más tarde les caen en el examen.

En caso de que el alumno necesite resolver algún ejercicio se enviarán ejercicios corregidos o de refuerzos. Igualmente, si necesita un mayor apoyo se recomendaran cuadernillos o ejercicios para reforzar la base.