Sara Armada Díaz

Me gusta enfocar la clase a los gustos musicales de cada alumno, para así enseñarle las técnicas del instrumento y la teoría de una manera que le resulte interesante y distendida. Aunque ese es el pilar todas mis clases, el resto de contenidos dependen del nivel y de los intereses de cada alumno: podemos centrarnos en un estilo en concreto (rock, pop, blues, funk...), en la improvisación, etc...
Cada clase la comenzamos calentando y la concluimos estirando, con el fin de crear un hábito de estudio saludable y evitar futuras lesiones. Tras calentar, nos ponemos manos a la obra repasando lo que estuvimos hablando la clase anterior por si hubo alguna duda y partimos sobre ello para seguir añadiendo dificultades a lo que ya hemos aprendido y poder plantearnos nuevos objetivos.
Si a lo largo de la clase hemos estado practicando una canción o una nueva forma de improvisar, el final de la clase consistirá en intentar tocar lo que hemos aprendido los dos a la vez
Para aprender a tocar la guitarra sólo hacen falta dos cosas: ¡tiempo y ganas de prácticar!