Mi hija, de 10 años, llevaba unos años con clases de música, había que pelear con ella para que practicara, quería dejarlo, le costaba disfrutarlo y aplicarse... y desde que le da clase Sara, va contenta, practica y disfruta de la música. Llevar a niños de estas edades a veces no es fácil conseguir su compromiso, constancia y que se diviertan y Sara lo ha conseguido...tanto con el piano que llevaba unos años como con guitarra que empezó este curso con ella. De hecho mi hija dice que es una de sus profesoras favoritas de todas las que ha tenido desde pequeñita hasta ahora en el colegio, extraescolares... etc.
Así que yo, como padre, le estoy inmensa y profundamente agradecido porque mi hija pueda seguir desarrollando sus cualidades artísticas, musicales y que disfrute de ellas.
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