Quiero agradecer profundamente a Tony, mi entrenador de ajedrez, porque no solo me enseñó todo lo que sé sobre este maravilloso juego, sino que también estuvo conmigo en los momentos más difíciles de mi vida. Cuando tuve que ser operado del corazón, él no me dejó solo y me apoyó con paciencia, cercanía y motivación constante.
Tony es un verdadero amante del ajedrez: transmite su pasión en cada clase, siempre está dispuesto a compartir lo mejor de sus conocimientos y nunca deja de preocuparse por ti, preguntando cómo estás dentro y fuera del tablero. Más que un entrenador, ha sido un maestro y un ejemplo de dedicación y humanidad. Gracias a él descubrí el ajedrez de una forma especial y aprendí no solo aperturas y finales, sino también disciplina, resiliencia y pasión. Estoy infinitamente agradecido por todo lo que me ha dado.
Ver más
Ver menos