Estudiando filologia catalana en la URV de primer año

Mi método de trabajo para las clases de repaso se basa en una combinación de atención personalizada, práctica guiada y refuerzo constante. En primer lugar, realizo una pequeña evaluación inicial para comprender qué aspectos domina el alumno y cuáles le resultan más difíciles. Este diagnóstico me permite adaptar las sesiones a su nivel real y establecer objetivos claros y alcanzables, ya sea mejorar una asignatura concreta, preparar un examen o reforzar técnicas de estudio. A la hora de explicar los contenidos, procuro dividirlos en partes pequeñas y comprensibles, utilizando ejemplos prácticos y esquemas para que el alumno pueda entender las ideas principales sin confusiones. Creo firmemente que, antes de memorizar, es fundamental comprender, por lo que siempre priorizo la claridad y la sencillez. La práctica es un elemento esencial dentro de mi método. Trabajamos ejercicios de dificultad progresiva y los corregimos de forma inmediata para detectar los errores y entender su origen. Así, el alumno aprende a evitarlos y consolida los conocimientos. Paralelamente, incorporo técnicas de estudio que le ayuden a ser más autónomo: cómo planificarse, subrayar correctamente, hacer resúmenes o usar estrategias de memoria. También realizo un seguimiento continuo del progreso, revisando los avances y ajustando el plan de trabajo cuando es necesario. Esta flexibilidad asegura que el aprendizaje sea real y constante. Por último, doy mucha importancia a la motivación y a la confianza personal: intento que cada alumno se sienta capaz, entienda que puede mejorar y viva el aprendizaje como un proceso positivo y gradual.