Juan

De vez en cuando, me gusta recordar cómo comencé mi carrera como profesor particular de programación. Mi nombre es Juan y, aunque parezca increíble, nunca imaginé que terminaría enseñando a otros lo que durante tanto tiempo había sido mi pasión.

Al principio, me centré en mi propia formación y busqué distintas formas de seguir aprendiendo y actualizándome en el área. Estaba emocionado con cada proyecto en el que me involucraba y disfrutaba de cada avance que hacía en mi conocimiento. Pero llegó un momento en el que sentí la necesidad de compartir todo lo que había aprendido.

Decidí dar clases de programación. Quería tener una conexión más estrecha con mis alumnos y poder entender sus necesidades y dificultades de forma más personalizada. Así que, armado de paciencia, empecé a buscar estudiantes que estuvieran dispuestos a aprender de mí.

Trabajar como profesor particular de programación me ha dado la oportunidad de conocer a personas increíbles. Algunos han tomado mis clases como un pasatiempo, otros han encontrado en la programación su vocación y muchos han seguido adelante en sus carreras profesionales gracias a lo que han aprendido conmigo.