Comprende que educar no consiste solo en transmitir conocimientos, sino en formar personas. Aprende de manera constante, reconoce

Comienzan con un propósito claro, donde el alumno entiende qué va a aprender y para qué le servirá. El ambiente es seguro y respetuoso, lo que permite equivocarse sin miedo, preguntar libremente y participar activamente. El docente guía con cercanía y coherencia, mostrando pasión por lo que enseña y dando ejemplo con su actitud. Los contenidos se presentan de forma dinámica y comprensible, combinando explicación, práctica y reflexión. Se utilizan distintos métodos para adaptarse a los ritmos y estilos de aprendizaje, fomentando el pensamiento crítico y la curiosidad. El error no se castiga, sino que se valora como parte esencial del aprendizaje. La clase promueve la interacción, el trabajo en equipo y la comunicación, fortaleciendo no solo el conocimiento, sino también habilidades sociales y emocionales. La evaluación es continua y formativa, enfocada en el progreso más que en la perfección.