Habla en inglés, piensa en inglés
Para enseñar inglés a los demás, es necesario que tú mismo poseas un nivel bastante avanzado. Para ello no solo vale saber hablar en inglés, también tienes que pensar en este idioma, como si fuese tu lengua materna. Cuanto más arraigado tengas tu inglés, menos te costará expresárselo a los demás.
Si ahora mismo tuvieses que explicar una palabra de vocabulario en castellano a alguien, ¿a que no te costaría demasiado? Si quieres dar clases de inglés, tendrás que explicar con la misma facilidad las reglas ortográficas y de vocabulario en este idioma.
Fija tu modelo de negocio
Al trabajar por tu cuenta tú decides lo que quieres ganar. Puedes establecer tu propio presupuesto, pero es recomendable que eches un vistazo a los precios medios de la competencia para ofrecer un precio competitivo. Elabora tu presupuesto teniendo en cuenta los gastos en transporte, material…
Tu horario de trabajo también puede ser totalmente personalizado. Si estudias por las mañanas puedes dar clases por la tarde o, si por el contrario, son las tardes las que tienes ocupadas, indica que tu disponibilidad es por la mañana.
También debes preguntarte cómo quieres trabajar. ¿Vas a ofrecer clases de inglés a domicilio, online…? Esta es una de las primeras decisiones que tendrás que tomar antes de empezar a enseñar inglés.
Recuerda que, aun así, siempre tendrás que adaptarte a las necesidades de tus clientes y a los horarios que estos establezcan contigo.
Sé buen profesor
Ser profesor no significa simplemente enseñar. Un buen docente tiene que ser paciente, comprensivo, empático y tiene que saber escuchar. Siempre tiene que estar atento a las dudas y a las dificultades de sus alumnos.
Además, es necesario que se establezca una relación de confianza entre profesor y alumnos, sin perder la autoridad que te otorga tu puesto de docente.
