La disciplina del derecho es un campo complejo y amplio que abarca una multitud de especialidades, cada una de las cuales exige habilidades y conocimientos específicos.
Al explorar este ámbito, se pueden distinguir dos amplias categorías:
- El Derecho público, que se encarga de regular las relaciones entre el gobierno y los ciudadanos. Se destacan áreas esenciales como el constitucional, administrativo y penal.
- El Derecho privado, centrado en las interacciones entre individuos, ya sea en el ámbito comercial o personal.
Dentro del derecho público, el Derecho constitucional se enfoca en la estructura y funcionamiento de la ley fundamental de un país, mientras que el Derecho administrativo regula las actuaciones del gobierno. El Derecho penal, por su parte, se ocupa de delitos y sanciones, desempeñando un papel fundamental en la preservación de la seguridad y los derechos individuales.
En contraste, el Derecho privado aborda cuestiones civiles, mercantiles y laborales. Las relaciones familiares, la propiedad, los contratos y las responsabilidades civiles entran en el ámbito del Derecho civil, afectando directamente la calidad de vida y el bienestar de los individuos. Por otro lado, el Derecho laboral regula las interacciones en el entorno laboral, asegurando derechos y responsabilidades tanto para empleadores como para empleados.
La popularidad del Derecho civil y penal radica en su impacto tangible en la vida cotidiana y su conexión directa con la sociedad. Estas áreas no solo influyen en la resolución de conflictos entre individuos, sino que también desempeñan un papel crucial en la formación y mantenimiento de una sociedad justa y equitativa. El Derecho Penal es incluso mucho más visible por la sociedad en tanto que regula las conductas prohibidas y que a menudo se transgreden como consecuencia de conductas reprobables y rechazables por parte de algunos ciudadanos (robos con violencia, violaciones, asesinatos, etc.).
En el ámbito de la especialización, el Derecho Penal Económico emerge como un ejemplo destacado. Esta rama se especializa en prevenir y perseguir delitos vinculados a la actividad empresarial que afectan los intereses socioeconómicos del Estado. Engloba delitos societarios, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, así como delitos socioeconómicos, abarcando desde fraudes financieros hasta corrupción. Estos delitos han estado en boga en tanto en cuenta multitud de ciudadanos y entidades mercantiles se prestan a cometer fraude y actos de corrupción. Mayor visibilidad adquieren cuando estas conductas reprobables son cometidas por personajes públicos (políticos que ‘cuartean’ las licitaciones o adjudicaciones presupuestarias a fin de no pasar determinados controles administrativos; o deportistas que aparentan establecer su residencia fiscal en jurisdicciones de menor control a fin de conseguir una tributación inferior, etc.).
Otra especialización relevante es el Derecho de Familia, integrado en el ámbito civil. Este campo aborda asuntos esenciales relacionados con los miembros de una familia, regulando aspectos como el matrimonio, las figuras equiparables al matrimonio, cuestiones internacionales de familia, la filiación, la tutela, el patrimonio familiar y las sucesiones hereditarias.
En resumen, el derecho, con su complejidad y diversidad, encuentra su atractivo en especialidades como el civil y penal debido a su influencia directa en la vida diaria, su relevancia social y la constante demanda laboral. Estas ramas, junto con especializaciones como el Derecho Penal Económico y el Derecho de Familia, destacan la importancia y la versatilidad de esta disciplina en la conformación y regulación de la sociedad.
