De niño, solía llevar cómics a la escuela. A veces, estaba demasiado inmerso en mi lectura en lugar de jugar con los demás. No hace mucho tiempo, en una entrevista que tuve con mi primera profesora de inglés, confesó que le di la idea de empezar a llevar tiras cómicas a clase para que pudiéramos interactuar entre nosotros y para que ella pudiera evaluar nuestra interacción oral. Recuerdo haber tenido los mejores momentos de mi educación en sus clases, y obviamente tenía que ver con su voluntad de adaptar el proceso de aprendizaje a mis intereses. But that's enough about me...
Usar cómics puede ser igual de cautivador para los niños que usar canciones. Permite la creatividad en el lenguaje y el arte, y tiene un impacto positivo en la motivación. Pero lo más importante es que podemos presentar la gramática y el vocabulario en contexto. Por eso, en un trabajo en grupo que llevé a cabo con otros docentes de Inglés, nos aseguramos de crear una historia que fuera fácil de seguir e incluyera la mayoría de nuestro vocabulario. Una vez más, no fue una tarea fácil mantenerlo lo suficientemente simple para el alumnado de segundo de primaria y crear una historia interesante.
Por último, logramos darle un final curioso a nuestro cómic. Nuestra profesora nos dijo que debíamos incluir algún tipo de juego de palabras al final, así que pensamos en añadir una ardilla voladora, y hacer que los protagonistas se sorprendieran al descubrir que la ardilla puede "volar". Es más un dato curioso que un juego de palabras, pero pensé que podría funcionar. Además, en el apartado de lectura del cómic de nuestra aula virtual añadimos un video corto de una ardilla deslizándose por el aire para que el alumnado lo viera.
Después de representarlo, sería ideal conocer sus pensamientos sobre el cómic. Por eso añadimos una breve sección para valorar sus reacciones. Estas preguntas incluyen: "¿Te gusta el cómic?", "¿Extrañas algún animal?", "¿Qué lugares aparecen en el cómic?" y "¿Cuál es tu animal favorito?". En cuanto a las actividades que planeamos, queríamos seguir trabajando de manera digital. Todo nuestro proyecto podría transferirse a un libro de trabajo clásico, y realmente pensamos en hacerlo muchas veces, pero en su lugar, acordamos abogar por el futuro de la educación. No estábamos tratando de cortarles las alas de ninguna manera. Por supuesto, los niños pueden y deben también practicar el crear un cómic con un lápiz y un papel, pero nuestro propósito fue hacerles ver que son capaces de ser creativos con las facilidades que ofrece una herramienta de diseño gráfico online como Canva.