Alvaro Abrisqueta García

'Estaría bien empezar a hablar de cuando tenía apenas diez años de edad y me regalaron la primera guitarra, supe que jamás me separaría de ella''

Mi nombre es Álvaro tengo 25 años, soy músico profesor y arreglista, mi camino está lleno de experiencias positivas y negativas de las cuáles me siento orgulloso por haber aprendido de todas ellas. Me gusta ver como cada uno es capaz de superar las barreras y auto superarse diariamente con dedicación y esfuerzo y eso es una gran recompensa que trae consigo una gran esperanza para quien lo logra y para quien lo ve.

Desde los dieciocho decidí empezar mi pequeña aventura en la música, nacía en mí aquella llamada de formar parte de un grupo o banda y así fue, aquello me transmitió un tremendo conocimiento gracias a que por fin podía empezar a compartir con otros músicos lo aprendido y ellos conmigo y claro suelen abrirse cientos de puertas al conocimiento que antes ni siquiera me esperaba.

Con el paso del tiempo compartiendo escenario con mucha gente y viviendo experiencias únicas me ví realmente dentro de este mundo y sabía que no me podía poner cómodo porque había que seguir andando.

En el año 2015 decidí empezar mi camino en la enseñanza, necesitaba compartir todo lo que había aprendido hasta el momento, me preparé para ello, me hice con todo lo que necesitaba, empecé a construir mi primer método de enseñanza.

Mi ámbito es la música y ahora mi vocación principal es formar grandes músicos despertando el cerebro, el oído, las manos, el corazón y el alma. Parecen cosas poco creíbles pero es cierto que es muy necesario para absorber el conocimiento y desempeñarlo con talento, para ello mis clases y cursos son de dinámicas muy variadas poniendo en práctica diaria lo antes mencionado. Es necesario un equilibrio en este sentido para el aprendizaje de mi materia ya que no sirve de nada una balanza desequilibrada, mucho de ''x'', poco de ''y'', es mejor tener un poco de todo e ir desarrollando de manera equilibrada el aprendizaje del alumno para evitar el estancamiento.

Opino que el método de enseñanza tiene que ser divertido a la par que motivador y poco opresor para así no interferir de manera negativa en el alumno. Constancia y esfuerzo a pasos pequeños se transcribe en pasos de gigante en un futuro.