Opiniones de Ana Prieto González

Profesional. Muy buena.

Muy buena profesora. Clases muy bien preparadas. Hace que la clase sea divertida y a la vez trabajemos. Se ocupa mucho de corregir posturas y da diferentes opciones cuando por algún motivo no puedes realizar el ejercicio tal y como ella lo manda.

Experiencia muy formativa y motivante

Nos hace trabajar y a la vez disfrutar de la clase. Se ocupa de que las clases no sean repetitivas, variando los ejercicios en cada clase, con lo que no se hacen nada aburridas. También está muy pendiente de correjirte en los ejercicios, con lo poco a poco vas corrigiendo tu errores y mejorando la práctica del pilates. Mi opinión es que es muy profesional.

Estoy encantada con las clases que me da, desde que empece con ella me encuentro mucho mejor de mis dolores, es mas casi no tengo, gracias.

Ana tiene una elevada capacidad para motivar al alumno. Consigue que la clase sea amena y adapta los ejercicios a las necesidades, niveles y patologías del alumno. Gracias a sus clases he mejorado mi bienestar físico, mi postura, mi equilibrio y mi coordinación. Libero tensión y me relajo.

Muy buena profesora. A parte de buena persona. Controla el pilates, es impresionante cuando marca cada uno de los movimientos. Está pendiente de todas las posiciones de todas las alumnas.

Soy fan absoluta de Ana! llevo casi un año asistiendo a sus clases de Yoga...transmite mucha paz y consigue que me relaje. Es muy perfeccionista, siempre pendiente de sus alumnos, corrigiendo y dando las explicaciones correctas para mejorar en la postura. Gracias a Ana ahora el yoga forma parte de mi vida.

La profesora es estupenda, las clases son muy amenas siendo muy consciente de estar haciendo ejercicio y corrigiendo tu postura. Cuando enseña los ejercicios es increíble como ves claramente lo que tienes que hacer.

Me encantan las clases. Nos lo explica todo muy bien, y nos va exigiendo cada día un poquito más. Es muy gratificante ver como día a día voy adquiriendo más flexibilidad y agilidad. Ella nos motiva continuamente y hace que la clase sea un espacio donde trabajamos duro pero cuando acaba salimos con una sonrisa y una sensación fantástica. Nos controla para que hagamos las cosas bien y lo más importante, es que , en todas las clases hacemos cosas diferentes. No nos aburrimos nunca.