Anna es una profesora 10. Se puede apreciar desde la primera clase que imparte sus cursos con total vocación. Prepara sus clases, sigue minuciosamente la evolución del alumno, explica muy claramente, ofrece material de apoyo, se preocupa por mandar deberes; es un poco estricta (cosa que agradezco infinitamente) pero también sabe conocer los límites de cada persona. No sólo aprendo, sino que a pesar de la dificultad que entraña este idioma, Anna me regala en cada clase conocimientos e ilusión. Aprendo y disfruto, ¡qué más se puede pedir! ¡Enhorabuena profe!