Beatriz Yoana García Hernández

El trabajo, el gimnasio, la familia, las responsabilidades, las amistades, el día a día… A veces tenemos tanta información en la cabeza que puede ser abrumador. La dinámica de vida actual nos obliga a correr de un lugar a otro, siempre forzando la productividad. Pero este ritmo tarde o temprano puede pasarle factura al cuerpo y a la mente. Ciertamente, no podemos dejar a un lado las responsabilidades, pero sí podemos asumirlas más tranquilamente. La meditación es el acto de centrar la mente, liberarla de distracciones y conectarse con el presente. Puede ser tan simple como observar la respiración o tan complejo como una visualización guiada. También es autoexploración y autodescubrimiento para conectarnos con un sentido más amplio del ser. Uno de los objetivos de la meditación es trascender las preocupaciones cotidianas y acercarnos a una comprensión más profunda de nosotros mismos y del universo que nos rodea. Estos son algunos de los beneficios de meditar: reduce el estrés, mejora la concentración, mejora el bienestar emocional, potencia la creatividad, dormimos mejor, fortalece el sistema inmunológico, ayuda en el manejo del dolor, incrementa la autoconciencia...