Antes del año 1066, Inglaterra y otras regiones hablaban varios dialectos de una especie de Anglosajón, derivado de los pueblos germánicos. Luego, tras la invasión normanda en ese año, poco a poco, se impuso el francés, aunque el inglés no dejó de hablarse. Eso sí, cuando se restauró esta lengua, la del inglés moderno, e Inglaterra recuperó su independencia siglos más tarde, las formas verbales habían perdido su simpleza original, por lo que los viejos "strong verbs" (fuertes) pasaron a ser verbos 'irregulares' y los "weak verbs" (débiles) pasaron a llamarse 'regulares' (esos que suelen terminar en -ed). En realidad, no todos siguen el mismo comportamiento y había indicativo, subjuntivo y otras formas, porque casi todo se declinaba, como en latín o en griego. El que te digan "irregulares" no significa que sean extraños o más difíciles. Es sólo acostumbrarse y practicar con el contexto, es decir, que hagas muchísimas frases sencillas con todas las formas hasta que se te quede en tu mente. Trata de escribir a mano, porque así los recordarás mejor y sí, apréndete la lista de los verbos más comunes, porque si no, estarás todo el tiempo pendiente del diccionario.
Al final, como en un puzle, te saldrán casi solos, haciendo eso de inventarte frases en varios tiempos. Ahí, usa el diccionario o una tabla de verbos.
Recuerda que no es por azar, sino el resultado de grandes cambios a lo largo de la historia, como en la mayoría de todos los idiomas actuales. Espero que te haya ayudado esta explicación histórica y que te des cuenta por qué cambian.
¡Mira!, un irregular que es regular, leer, "read-read-read" (se pronuncia distinto). Uno de los más famosos que era 'del grupo de los raros' (ni fuerte ni débil) y ahora es irregular también: "to be - was/were - been". Practica, ánimos y verás que va sobre ruedas ¡Suerte!
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