David Arustamyan Khachaturov

Me llamo David Arustamyan Khachaturov. Nací en Rusia, pero desde los tres años vivo en España.

Mi historia con el deporte y la salud no empezó de la mejor manera: durante mi infancia sufrí bullying por ser extranjero y también por tener sobrepeso. Llegué a tener entre 15 y 20 kilos de más, lo que afectó a mi autoestima, mi confianza y mi manera de relacionarme con los demás.

Recuerdo usar ropa muy ancha para esconder mi cuerpo y apenas participar en clase porque no me sentía capaz. Probé muchos deportes en mi adolescencia —baloncesto, fútbol, judo, natación— pero nunca encontraba la forma de sentirme bien conmigo mismo.

Cuando terminé la ESO decidí dar un giro: empecé a informarme por mi cuenta sobre nutrición y entrenamiento. Bajé peso, sí, pero lo hice de manera extrema y poco saludable, entrenando demasiado y comiendo muy poco. Adelgacé, pero también perdí mucha musculatura y energía.

El verdadero cambio llegó cuando contraté a mi primer entrenador. Él me enseñó la importancia del entrenamiento de fuerza y a combinarlo con el cardio de una manera equilibrada. Gracias a él descubrí que podía mejorar mi físico y mi salud sin tortura, disfrutando del proceso. Aprendí a entrenar de manera inteligente, a alimentarme bien y, sobre todo, a construir confianza en mí mismo.

A partir de ahí lo tuve claro: quería ayudar a otras personas a conseguir sus objetivos sin pasar por el sufrimiento que yo viví. Empecé entrenando a mis amigos, que veían mis resultados y me pedían consejo, y poco a poco fui formándome con algunos de los mejores profesionales del sector: Rubén Castro, Víctor Vázquez, federaciones de powerlifting, Strongman Tarraco, entre otros.

Me especialicé en programación de entrenamientos de fuerza, periodización, entrenamiento híbrido, con kettlebells de competición, y muchas otras disciplinas.

Hoy puedo decir que he ayudado a más de 100 personas a transformar su salud y su cuerpo. Pero lo más importante es que les he enseñado a hacerlo de una manera sostenible, disfrutando del proceso y encontrando su propio ritmo.