Tras dos años trabajando con niños y adolescentes ayundándoles en su aprendizaje acerca del inglés, he llegado a la conclusión de que la mejor manera de aprender el idioma es surmergiéndose de fondo en todo el encanto que guarda el idioma desde los diferentes acentos hasta los diferentes tópicos que se pueden abarcar en una conversación. Mi propósito final es que mis alumnos puedan conseguir dese...
Tras dos años trabajando con niños y adolescentes ayundándoles en su aprendizaje acerca del inglés, he llegado a la conclusión de que la mejor manera de aprender el idioma es surmergiéndose de fondo en todo el encanto que guarda el idioma desde los diferentes acentos hasta los diferentes tópicos que se pueden abarcar en una conversación. Mi propósito final es que mis alumnos puedan conseguir desenvolverse con facilidad en una conversación que sirva tanto de carta de presentación como para poder ir más allá y abarcar tópicos más abstractos relacionados su mundo emocional, sus relaciones interpersonales, es decir, un inglés que les sirva de utilidad en su día a día. Para eso, hay que combinar el formato tradicional de enseñanza que se detiene especialmente en la gramática y la escritura combinado con el desarrollo de las habilidades relacionadas con el speaking y el listening, que es donde se suele tener más dificultad. Se busca que la persona tome algo que le apasiona y sea capaz de hablar de ello con total facilidad en el idioma extranjero. Las clases son conversacionales y son mayormente prácticas.