Juan Manuel Andrés Alabau

Antes de aprender cualquier cosa tenemos una idea previa. Es nuestro punto de partida, y es ideal reconocerla sea o no acertada. A través de esta idea oriento a mis alumnos hacia el cambio conceptual. Son ellos mismos los que deben de tratar de descubrir este aprendizaje a través de las tareas adecuadas. El profesor se convierte en el mediador entre los conocimientos y los alumnos y estos se involucran al máximo en lo que aprenden. El alumno adquiere seguridad porque entiende el contenido de lo que estudia en lugar de memorizarlo, lo que le motiva para querer seguir aprendiendo y le otorga autonomía en su propio aprendizaje.

El trato muy personalizado. Elaboro una estrategia diferente con cada uno, dependiendo de los obstáculos a superar. Existen multitud de estrategias educativas para lograr este reto, cabe citar por ejemplo:

- Activar y generar conocimientos previos mediante la motivación y la presentación de objetivos y el uso de diferentes tipos de estrategia de enseñanza (lluvia de ideas, ilustraciones logrando el interés y participación del grupo).
- Aceptar los errores como proceso del propio aprendizaje. Cada error nos aporta información para tomar el camino adecuado hacia nuestra meta.
Utilizar actividades y estrategias diversas que dan un rol activo a nuestros estudiantes (rol-play, debates, simulaciones, puesta en común, lluvia de ideas…)
- Técnicas para evaluar los aprendizajes de los alumnos, sacándoles a nuevos contextos donde demuestran que entienden lo aprendido, entre muchas otras.
- Potenciar un clima de interacción positivo alumno/a-profesor que favorezca relaciones empáticas, de cooperación, etc., contribuirá al mantenimiento de relaciones fluidas y gratificantes en el contexto del aprendizaje, facilitando el flujo en la comunicación.
-Demostrar amor por el aprendizaje y hacer comprender que aprender a razonar te hace libre y te ayuda a enfrentarte a la vida.