Descripción del anuncio
Total de 43 aprobados sobre los 45 alumnos que he tenido, Graduado en Matemáticas y Física, enamorado tanto de aprenderlas como de enseñarlas, con 8 años de experiencia dando clases particulares, amplia experiencia y recorrido dando clases.
**Planteamiento de las Clases**
Si a tu hijo/a se le llevan complicando las Matemáticas durante un tiempo ya, lo más seguro es que haya un problema de base: necesitará tirar abajo aprendizajes erróneos que puda haber adquirido, crear unos buenos cimientos de conceptos claros, sencillos y correctos, y empezar a construir desde ahí.
Si crees que es ese el caso, es necesario (1) tener la capacidad de adaptarse a cada alumno concreto y sus necesidades exactas, (2) hacer las clases amenas para él para que no asocie las mates con emociones negativas y en general (3) dar una enseñanza personalizada.
En mi experiencia, esa combinación es la manera de no simplemente paliar los síntomas sino solucionar el problema de raíz
**Experiencia y Vocación**
Con 14-15 años di clases a mis primeros alumnos de uno/dos años menos, mientras estudiaba Bachillerato tuve alumnos de matemáticas y física de la ESO, y entre los 19 y los 23 años, mientras estudiaba los Grados de Matemáticas y Física, impartí clases particulares a unos 10-15 alumnos de bachillerato y clases de Álgebra/Cálculo a un par de docenas de alumnos de ADE, Economía y diversas Ingenierías.
Tengo 30 años y ahora, si bien después de haber pasado 6 años por el mundo empresarial tengo una visión más integral y otro grado de madurez, lo que no ha cambiado es mi vocación por esta profesión
Muchos muchos chavales (y no tan chavales) ven esta materia con miedo, recelo y frustración, por las dificultades y disgustos que le ha traído en años pasados: todos hemos oído ese "yo no estoy hecho para las matemáticas" o "los números no son lo mío", y personalmente yo nunca he creído en ese tipo de frases: creo que en chavales con esa situación hay una gran oportunidad de transformar esa aversión en algo diferente, y de producir eso tan especial que se da cuando se consigue hacerle recuperar la confianza, perder el miedo y, en definitiva, encender en sus ojos ese chispa o ese click que ocurre cuando se produce el momento del entendimiento