Descripción del anuncio
A través del juego, la respiración, la imaginación y la escucha, aprendemos juntos a conocer las emociones, a calmar la mente cuando va muy rápido, y a ponerle nombre a lo que sentimos sin miedo ni juicio.
Mis clases son espacios seguros, creativos y amorosos donde cada niño o adolescente puede ser tal cual es. Usamos herramientas como:
Meditaciones guiadas y cuentos conscientes
Respiración con peluches, burbujas o movimientos
Juegos para aprender a poner atención y a relajarse
Dibujos, mandalas y escritura emocional
Pequeñas pausas para el cuerpo y el corazón
Con los adolescentes, trabajo desde la confianza y el respeto: les enseño a observar su mundo interior, gestionar la ansiedad, conectar con sus fortalezas y desarrollar una presencia amorosa con ellos mismos.
Mi enfoque no es imponer silencio, sino cultivar calma. No es exigir concentración, sino despertar curiosidad. Acompaño desde el corazón, con ternura y sin prisas, porque crecer también puede ser un viaje consciente.