Mónica Martínez Iglesias

El lettering es una técnica que parece muy complicada pero en realidad está al alcance de cualquiera. Solo se trata de conocer las herramientas y unas cuántas claves para conseguir resultados bonitos en poco tiempo. Es un terreno muy amplio en el que hay innumerables técnicas, herramientas, alfabetos y posibilidades, por eso hay que acotar la materia dependiendo del tiempo de duración del curso.

Como punto de partida empezamos trabajando con rotulador, lo que se conoce como "brush lettering". Para ello debemos disponer del material básico (lápiz, goma, papel y rotuladores de punta gruesa flexible y fina). A medida que se domine la práctica con rotulador se pueden abordar otras técnicas como acuarela o tinta, así como otras materias como el bullet journal (diarios), por ejemplo.

Por lo general una clase se divide en dos partes: 1-prácticas caligráficas y 2- ejercicio práctico.
En la primera se abordan los trazos básicos para formar las letras, se conoce el material de dibujo, algunos alfabetos, se practican letras y se analiza la composición. También conocemos recursos de dibujo que enriquecerán nuestro trabajo como doodles, dibujos, ornamentación, etc. En la segunda parte hacemos un ejercicio que recoja las técnicas aprendidas, inspirándonos en creaciones que nos gusten y estimulando la creatividad y la confianza en nuestros proyectos.

Además, como profesional del diseño gráfico, me gusta aportar nociones básicas de maquetación o diseño, que resulten interesantes a la hora de hacer un lettering, así como ver ejemplos gráficos y tipográficos en logotipos, carteleria o ilustraciones.

También me gusta mostrar la infinidad de aplicaciones que se pueden hacer y animar a l@s alumn@s a que lo incorporen a su vida: crear papeles de regalos personalizados, rotular etiquetas, escribir sobres y cartas increíbles, hacer diarios creativos, crear tus propias láminas, utilizarlo en los cuadernos de apuntes, etc.

En lettering dibujamos letras, así que, aunque nos inspiramos en la caligrafía, no tiene las normas rígidas de la escritura, así que podemos dar rienda suelta a la imaginación sin miedo a equivocarnos. El error, precisamente, es un elemento que cuando aparece intentamos reconducir, optimizándolo y aprovechándolo en nuestro beneficio.

Intento que mis clases sean dinámicas, creativas, y sobre todo, didácticas. Durante años he demostrado a un montón de alumn@s que es posible dibujar, crear y disfrutar sin necesidad de ser unos genios del pincel. Tod@s podemos hacer cosas maravillosas y conseguir composiciones súper chulas reduciendo el nivel de perfeccionismo y disfrutando del proceso creativo.

Mi experiencia con los talleres de lettering es muy gratificante porque veo qué es posible disfrutar y avanzar a pesar de no tener conocimientos de dibujo ni ser especialmente habilidoso. Mis alumn@s suelen decir que las clases son dinámicas, divertidas, nada rutinarias ni monótonas y que estimulo su creatividad.