He probado con otros profesores de Pilates hasta que me encontré con Natalia y con ella me quedo. Es una persona muy comprometida en que sus clases sean efectivas para cada uno de los asistentes, preocupándose de que las posturas sean correctas y teniendo en cuenta si tenemos alguna dolencia para adaptar los ejercicios y evitar que nos hagan daño. Muy profesional, hace que el pilates sea "más bello" porque es también bailarina y aporta una elegancia extra de manera natural. Su carácter además es maravilloso, siempre tiene una sonrisa y hace que salgamos de clase con la misma sonrisa que ella. También hace relajación al final de la clase. Totalmente recomendable.
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