Mi nombre es José María y soy un apasionado de la música desde que era un niño.
Desde que comencé a estudiar música, sabía que mi destino estaba dirigido a enseñar a los demás todo lo que había aprendido. Y así fue como hace ya 6 años decidí convertirme en profesor particular de violonchelo. Si bien en un primer momento empecé con pocos alumnos, rápidamente me sorprendí por la gran cantidad de estudiantes interesados en mi clase.
El número de estudiantes que me buscan no ha dejado de crecer y cada vez son más los que deciden confiar en mi conocimiento y experiencia. Para mí, no hay nada más importante que la transmisión de la pasión y el amor por la música clásica. Y hay pocas cosas más emocionantes que ver cómo cada uno de mis estudiantes se emociona al tocar una obra por primera vez con maestría.
Ser profesor de violonchelo es algo que me encanta y disfruto mucho. Cada día me levanto con energías renovadas y la certeza de que tengo un trabajo que me apasiona. Ver a mis alumnos hacer progresos y emocionarse al tocar este instrumento, me llena de alegría y me motiva para seguir trabajando cada vez mejor.