Paula García Garrido

Llevo dos años como profesora particular. Todos mis alumnos han conseguido resultados académicos magníficos al finalizar los cursos, por lo que me considero una buena profesional.

A la hora de dar mis clases de inglés suelo seguir un orden en cuanto a contenido, que suelo coger de libros de diferentes niveles, pero siempre escuchando lo que necesita el alumno en todo momento. En las clases de apoyo escolar, en cambio, diálogo con el alumno que es lo que verdaderamente necesita, para trabajar en ello, y en caso de encontrarme al alumno perdido o desmotivado, encuentro donde están sus flaquezas para mejorarlas.

Soy muy insistente con el trabajo y no descanso hasta ver qué el alumno domina la materia que estamos dando.

Al mismo tiempo, entiendo el aprendizaje desde una mirada sana y divertida. No me gusta llegar a la frustración, por lo que intento siempre entrar en las dificultades de la manera más agradable posible. Esto que acabo de comentar lo considero algo muy importante, ya que para mí, la clave es la motivación del alumno, y creo que, en caso de no encontrarla en él, debo suscitarla yo.

Considero que mis clases podrían ser agradables para cualquier alumno, ya que no sigo un método exacto al que mis alumnos tienen que amoldarse, sino que me gusta llevar caminos diferentes, para construir la mejor atmósfera con cada uno de ellos. Creo que en el ámbito académico muchas veces se ejerce demasiada presión sobre el alumno y esto corta la capacidad de comprender y razonar. Esto es algo que a mí no me interesa, y por eso trabajo tanto la comunicación, para poder crear un entorno seguro y a partir de ahí poder aprender.