Rocío León

EL ARTE ESCÉNICO NO SOLO SIRVE PARA QUE SEAS ARTISTA, SINO PARA ENCONTRAR EN TÍ UN MEJOR SER HUMANO.
Cada ser humano es un mundo diferente, teniendo en cuenta esto, se debe iniciar un estudio de lo que le pueda funcionar y/o lo que necesita como individuo, generando confianza desde un primer encuentro, esa confianza que le permita abrirse a entender la importancia del estudio y la disciplina que requiere cualquier arte. Por ello, se explora con el estudiante desde la pedagogía dialogante; la Pedagogía Dialogante es enseñar a pensar mejor, convivir mejor y actuar mejor. Junto a esto, las técnicas básicas de cualquiera de las disciplinas escénicas a abordar, tendrán un estudio riguroso de la conexión del estudiante y el conocimiento de todas sus herramientas para empezarlas a explorar y apropiarlas con camino a la experticia. Habrá diversos ejercicios escénico; juegos propios de la improvisación, exploración de gestos corporales, ejercicios de la corporeidad, el manejo y la escucha del público, la honestidad en escena, la aceptación de mi yo más ridículo, entre otros, siendo éstas, herramientas didácticas que buscan conectar de la mejor manera al intérprete con el escenario y por ende con el público.
El arte escénico es una disciplina que conecta vidas, historias, emociones, y es un acto puro de transformar la realidad. Se invita por medio de la enseñanza que el estudiante se sincronice con su técnica y su sensibilidad. Esto se logra a través de la exploración de las herramientas técnicas que brinda cada disciplina, las cuales son propicias para cualquier artista escénico. Pero bien es cierto, que un intérprete cuando inicia su camino, se choca con una pared de bloqueos (Bloqueos mentales, que se reflejan en su corporeidad) que le impiden continuar y desarrollar sus habilidades. El arduo trabajo aquí inicia; ¿Cómo el sujeto utiliza las herramientas adecuadas para derribar esa pared? O mejor planteado; ¿Cómo utiliza las herramientas para hacer de esa pared una mano amiga, que le permita ser esculpida, y amoldada para poder pasarla y continuar con el camino de exploración y perfeccionamiento de su arte?
Teniendo en cuenta lo dicho en líneas anteriores, la mente-cuerpo, son un todo para un artista escénico, están conectados plenamente, si la mente no está sana el cuerpo lo reflejará en escena o incluso en su vida cotidiana y en su relación con el entorno. Por ello, es de suma importancia profundizar en la expresión corporal, liberando bloqueos que genera la mente por diversos factores; personales, familiares, sociales. El miedo escénico va de la mano con la inseguridad, y la seguridad debe tratarse en principio en sí mismo, es el abc del arte escénico. Por medio de juegos, los cuales incluyen en su gama; ejercicios físicos corporales, de atención, de concentración, la mente-cuerpo del intérprete empiezan a afinarse, a alinearse y a tomar riesgos que entrarán en juego con la armonía, la seguridad y la estética propia de un cuerpo en escena o en la vida misma, un cuerpo que irradie luz, un ser que brille y se siento seguro de sí mismo en cualquier lugar y situación.