Sara Arrojo

Las clases serían lo más interactivas y amenas posibles, aunque requerirá atención y concentración por parte del alumno. Las clases empezarán con un repaso de la sesión anterior a modo de test, donde se acumularán puntos como en un juego, lo que incentivará a prestar especial atención en las sesiones. Seguiremos hablando de los contenidos que se tratarán en la sesión, para que el alumno sepa la cantidad de temario a trabajar. No se avanzará a otra parte del temario si el alumno no se siente satisfecho con lo que se debería haber aprendido.
Cuando me ha tocado dar clases particulares, he podido observar como a los niños les gusta ser valorados y premiados, sobre todo cuando se reconoce su esfuerzo e implicación. Siempre invierto tanto tiempo como sea necesario en una materia, no son tiempos marcados según el apartado/tema, si al alumno no le ha quedado claro, se vuelve a explicar con otras palabras hasta que entienda y comprenda todo; no basta con memorizar la materia.