Sara Cristina Álvarez Prado

Siempre he creído que la mejor forma de que alguien aprenda es que comprenda y por lo tanto mi objetivo principal a la hora de enseñar es no forzar sino llegará un punto en el que el alumno haga preguntas se interese por el tema y además de eso que no sólo se lo aprenda para poder aprobar un curso para un examen etcétera sino que sea algo que al entenderlo se le quede en la cabeza. Por lo que con el tiempo ese niño o esa niña tendrá muchas más facilidades para seguir adelante por su cuenta en los diferentes retos de la educación que debido a que últimamente no se pide comprensión si no se pide grabarlo en la cabeza echarlo en el examen y después borrarlo está resultando cada vez más difícil que en un futuro los niños y niñas que hacen eso porque es a lo que nos enseñan sean capaces de recordar aquello que vieron y poder construir un conocimiento mayor a partir de eso.

Por lo que mi objetivo no es meterle a la fuerza los temarios en la cabeza, ni hacerle los deberes ni darles la respuesta a todo mi objetivo principal es ayudar a la autonomía del niño con sus estudios ya que en un futuro es autonomía es lo que les va a ayudar a no tener tantos problemas a la hora de estudiar cosas más avanzadas a sentirse mucho más seguro consigo mismo ya que tiene unos conocimientos que sabe que tiene y no son momentáneos sino que quedaron en el cerebro y en el momento en el que lo vuelva a leer una vez ya se va a acordar no hacer como si nunca lo hubieran visto.

Con los niños más pequeños resulta más fácil porque con ellos les puedes enseñar jugando les puedes enseñar de muchas maneras para que les quede en la cabeza las cosas con aquellos un poco más mayores como en la mayoría de los casos ya están como se dice viciados de vale me lo chapo lo suelto y lo olvido a veces es un poco más complicado que suelten eso porque creen que es la parte fácil cuando en realidad no lo es para nada pero mediante dinámicas mediante distintos juegos mediante ciertas cosas se consigue y en ese momento se dan cuenta de que es mucho más fácil entender que chapar.