Sergio Agramunt Rodríguez

Mis clases son conversacionales, hablo con el alumno para juzgar el nivel de experiencia que tiene y ver cuales son sus fallos y necesidades, estableciendo un método de enseñanza apto (Ya sea más básico, como enseñar conjugaciones; o más complejo, como tener largas conversaciones y escribir redacciones).

Desde el principio de las clases, se buscarán objetivos claros y alcanzables a los que llegar, ya que cuando vas cumpliendo objetivos, por cortos que sean, se consigue un mayor nivel de satisfacción, así como un aumento en la motivación al ver que se avanza y se cumplen los objetivos. Esto no ocurre si desde el principio el objetivo es demasiado alto (Ej: Quiero hablar inglés nivel bilingüe), y el alumno se desespera y pierde la motivación. Por tanto, es importante que los objetivos sean razonables y medidos.

La razón por la que las clases son de este modo es simple. La gente busca profesores particulares para conseguir una atención hecha a medida para ellos. Cada persona aprende de forma diferente, y el sistema educativo no es capaz de satisfacer todas esas necesidades, ya que consiste en clases de 25, 30 o incluso más personas, cada una con una forma de aprender.

Por ello, creo que la ventaja de los profesores particulares es su capacidad de adaptación. En la escuela es el alumno el que debe adaptarse para aprender del profesor, pero cuando el profesor es particular, es él (O ella) el que se adapta para que el alumno consiga aprender y conseguir sus objetivos.