Más que una disciplina, la Informática es mi pasión, y me encanta transmitirla a personas de todas las edades. Mi método se centra en la práctica y la interacción, creando clases dinámicas donde cada estudiante resuelve problemas reales. Busco fomentar un ambiente inclusivo, especialmente para que mis alumnas se sientan cómodas explorando la tecnología.
Ofrezco flexibilidad horaria, con sesiones todas las tardes para adaptarme a las agendas ocupadas. Disfruto ver a mis estudiantes ganar confianza y habilidades a medida que avanzan. Recuerdo con cariño a un joven que superó sus dificultades iniciales en programación, logrando crear su propio programa con orgullo y satisfacción. Estos avances son mi mayor motivación para seguir enseñando.