Desde pequeña les ensañaba a mis compañeros que quedaban atrasados en el colegio. Nunca lo consideré un trabajo, si no una instancia para estudiar enseñando. Luego comencé a enseñarle a niños más pequeños cercanos a mi familia y comencé a notar mis habilidades para enseñar. Mi forma de enseñar es sencilla para que el estudiante no se agobie. No tiene sentido solo entregar información, eso lo pued...
Desde pequeña les ensañaba a mis compañeros que quedaban atrasados en el colegio. Nunca lo consideré un trabajo, si no una instancia para estudiar enseñando. Luego comencé a enseñarle a niños más pequeños cercanos a mi familia y comencé a notar mis habilidades para enseñar. Mi forma de enseñar es sencilla para que el estudiante no se agobie. No tiene sentido solo entregar información, eso lo puede hacer internet por si solo. Como profesora acompaño al estudiante en su propio proceso de aprendizaje, como si yo estudiara con el. Me gusta que se involucren en la clase. La metodología varia según las necesidades y personalidad de cada estudiante. Pero el factor común de todas mis clases es involucrar al estudiante. Durante la clase hago ciertas preguntas para ver su estado de atención y entendimiento del tema. Finalmente, terminamos la clase con unas pocas preguntas y/o ejercicios. Es súper importante que el estudiante vuelva a repasar los contenidos vistos dentro de la semana. Para lograr aquello le dejo algunos ejercicios. Pienso que a los niños hay que guiarlos y acompañarlos siempre en su proceso de aprendizaje, en especial si son pequeños y recién se están iniciando en el mundo de las calificaciones y de obtener resultados. Nadie nace sabiendo estudiar. Y si solo los presionamos podría llegar a ser súper perjudicial para ellos porque comenzarán a asociar el estudio como algo negativo. Suelo hacer clases de 45 minutos a 1 hora como maximo para así evitar el agotamiento mental del estudiante.