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¡Ojo con el uso de pantallas! El Síndrome Visual Informático (SVI) al acecho

¿Has sentido que tu visión se debilita?, ¿se te cansa la vista?, ¿has sentido fatiga ocular? Quizás no te has dado cuenta y la alta exposición a pantallas brillantes te podría estar afectando.

Tras muchas horas mirando a una pantalla, debido a la luz que emite y la distancia entre nuestros ojos y ella, aparecen una serie de molestias en la vista. Parpadeamos mucho menos y no cambiamos la mirada, no alejamos ni acercamos la vista. Esto sucede mientras vemos televisión, miramos nuestro teléfono móvil o el computador durante un largo rato.

Sumado a lo anterior, una postura sedentaria, rutinas de trabajo extenuantes y una alimentación deficitaria, pueden ser factores que afectan nuestro cuerpo y ayudan al desarrollo del Síndrome Visual Informático (SVI).

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El análisis biológico funcional del sistema visual humano nos indica que trabaja habitualmente a lo lejos, y también se desempeña a corta distancia durante períodos breves. Nuestros ojos son por excelencia, junto con los oídos, órganos que permiten la comunicación a grandes distancias. Así, sirven para nuestra orientación y éxito en la búsqueda de alimentos, o para identificar desde lejos los peligros (depredadores, por ejemplo). (Leyé, Idalmis Frómeta, et al. "Síndrome visual informático", Revista Información Científica, 2012).

Nuestra visión binocular, es decir, la forma simultánea en que ambos ojos trabajan en equipo para dotarnos de una información única, global y espacial, tiene mucho que ver con todo esto. Gracias a ella, se desarrollan unos movimientos de rotación de los ojos en direcciones opuestas, conocidos como las vergencias.

El sistema de vergencias permite estabilizar y fijar la imagen sobre la retina una correcta visión binocular. Es posible medirlo con prismas, elementos ópticos que producen un cambio de dirección de la luz, que se desvía, a su paso por él, y diferentes test. (Soriano-Pina, Diana et al. "Visión binocular: Vergencias y prismas", Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XV, Número 22, 2020).

Lamentablemente, desde el confinamiento por la Pandemia de la COVID-19 hemos pasado muchas más horas que antes delante de las pantallas, aunque ya se venía observando un aumento de esta conducta. Esto nos ha pasado factura y es que la combinación de más horas delante de la televisión, junto con el teletrabajo y las videollamadas más frecuentes han provocado que pasemos incluso más de 10 horas diarias frente a las pantallas en el último par de años.

Todo esto produce el SVI y otros problemas como la fatiga visual, molestias relacionadas sobre todo con la visión, músculos cervicales, muñecas, estados de estrés e irritabilidad.

Aunque estas dificultades son en la mayoría subsanables y transitorias, es bien sabido que son causas de un gran número de bajas laborales y de reducción en el rendimiento. Trastornos derivados del trabajo con el ordenador, pero no determinados por éste, es decir el computador no suele causar estos problemas: sus orígenes se encuentran en un abuso o un mal uso del aparato.

Entonces, podemos evidenciar los siguientes problemas:

  • Rigidez y dolor de hombros, cuello, espalda, muñecas y manos.
  • Cefaleas, náuseas, mareos, vértigo, fobia a la luz intensa e hinchazón facial.
  • Fatiga y sequedad ocular, lagrimeo, ojos rojos, visión borrosa, visión doble.

Seguramente, en este punto del artículo te has dado cuenta que has sentido más de uno de estos efectos o problemas derivados por el abuso o mal uso de ordenadores y patallas. Si soy un usuario habitual de computadoras, ¿qué debo hacer para evitar los síntomas visuales informáticos?

Prevención del SVI

Basta con seguir los consejos de buena postura corporal, elementos y espacios adecuados en términos ergonómicos para largos períodos de trabajo con tu ordenador, buena iluminación, momentos de descanso y pausas activas. Al trabajar con pantallas, de forma prolongada y habitual, algunas deficiencias oculares sin importancia se pueden transformar en lesiones de diversa gravedad. Por esto, la primera recomendación a la hora de trabajar con ordenadores es someterse a revisiones oculares (optométricas y oftalmológicas) periódicas. Muchas veces ocurre que en estas revisiones se identifican trastornos que se atribuyen al uso de ordenadores que, no obstante, se relacionan a problemas de base sin tratar que se manifestaron tras muchas horas frente a la pantalla.

(Soriano-Pina, Diana et al. "Visión binocular: Vergencias y prismas", Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XV, Número 22, 2020).

Además, encontré algo que me llamó mucho la atención: La regla 20-20-20.

¿Qué es la regla 20-20-20?

La regla 20-20-20 fue ideada por Jeffrey Anshel, oftalmólogo y propietario de una consultoría que ayuda a las empresas a minimizar el daño en los ojos de sus empleados.

La regla es muy sencilla: deberíamos mirar fuera del escritorio por 20 segundos, enfocando algo que se encuentre a unos 6 metros (20 pies). Hacerlo a cada 20 minutos y de esta manera, se logra que los ojos no estén enfocando en cortas distancias durante tanto tiempo, alterando su distancia focal y permitiendo su descanso. Otras buenas recomendaciones serían pestañear con más frecuencia para refrescar el ojo al producir lágrima, o tener el monitor a una distancia minima de 50 centímetros de los ojos.

La técnica es recomendada y ha sido respaldada por oftalmólogos de diferentes países, por ejemplo, la Sociedad Española de Oftalmología. Asimismo, el organismo español insiste en que, si de verdad se tiene una preocupación sobre el uso de las pantallas y su presunto peligro en los ojos, y vemos que nuestra vista ha empeorado tras estos meses de confinamiento, "siempre hay que dirigirse al oftalmólogo u oftalmóloga", ya que, “el o la profesional puede indicarle sobre sus cuidados y estilo de vida respecto a este tema".

Un artículo publicado en julio de 2021 en El País señala, de acuerdo a las recomendaciones de los expertos en salud visual Francisco Javier Hurtado, oftalmólogo pediátrico de la Clínica Rementería de Madrid, César Villa, Doctor en Óptica, Optometría y Visión del Departamento de Optometría de la Clínica Oftalmológica Novovision y la especialista Elena García Rubio, optometrista del Instituto Nacional de Optometría de España, recomienda las siguientes acciones parea prevenir y proteger tu vista:

  1. Pasar entre dos a cuatro horas diarias al aire libre. La exposición al sol (nunca directa a los ojos) es de los principales factores naturales para prevenir y estancar la miopía, principalmente en niños y adolescentes. Aprovecha la primavera y verano para pasar tiempo en la naturaleza, ríos, piscinas o parques.
  2. Reducir el tiempo frente a pantallas o de lectura prolongada. Es recomendable y saludable hacer pausas, no abusar de la corta distancia entre los ojos y el objeto de observación o lectura (jamás menos de 30 centímetros). ¡O aplicar la regla 20-20-20!
  3. Proteger los ojos del sol con gafas, gorras y viseras. Claramente en verano mucho más, pero incluso en un día nublado, la luz solar puede afectar tus ojos. ¡No mires directamente hacia el sol, aunque uses gafas con filtros UV! Hay rayos solares que no vemos y que pueden causarnos daños irreparables en la visión.
  4. Mantén tus manos y ojos con una higiene adecuada. Sal, arena, cloro, manos sucias que pasamos por nuestros párpados, pestañas y contorno de ojos pueden dañarlos. Siempre debes mantener tus manos limpias y usar suero fisiológico o gotas especiales para los ojos. En verano o cuando nades, es recomendable usar gafas de buceo para evitar conjuntivitis y otras afecciones.
  5. El aire acondicionado directo a los ojos es mala idea. Aumenta la sequedad ocular y provoca otras molestias, como la sensación de arenilla.
  6. Recuerda visitar de forma periódica, recomendablemente cada año, a especialistas de la visión para prevenir o detectar problemas.

El Institut Catalá de Retina (Centro Oftalmológico de Barcelona, ICR) publicaba en 2020 que 6 de cada 10 jóvenes son miopes. Si bien la miopía es una patología asociada a otros trastornos de mayor gravedad, como el desprendimiento de retina, el glaucoma o las distrofias musculares, el SVI y la fatiga ocular se pueden relacionar con ella. Expertas y expertos han vinculado el aumento de personas con miopía al aumento de horas diarias frente a una pantalla.

Una recomendación adicional...

¿Existirá relación entre lo que comemos y nuestra salud visual? Pues sí, ocurre que nuestra retina contine gran cantidad de carotenoides, sustancias que captan luz solar y son potentes antioxidantes. Podemos encontrarlos y nutrirnos de ellos al comer zanahorias, naranjas, mangos, tomates, calabazas, cerezas, fresas, mandarinas y kiwis, que nos ayudarán a facilitar el funcionamiento de la retina.

Éste es sólo un ejemplo cotidiano en el que la biología, analizando las formas y funciones de nuestro sistema visual, nos es útil para prevenir patologías en nuestros ojos y tener una buena salud visual. Podemos hacer uso del conocimiento y avances científicos para prevenir patologías y malestares visuales con las recomendaciones sencillas, cotidianas que señalé antes y una alimentación adecuada.

¡Ya sabes! Lo importante es que debes cuidar tu salud visual. 🤓✨

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