LA RESPIRACIÓN, una herramienta que deberíamos aprender a controlar.

Casi nadie presta atención a la respiración. No sólo está vinculada a los procesos institintivos y fisiológicos. Está fuertemente arraigada en nuestro acerbo emocional. Ahora existen muchas actividades que nos ofrecen un trabajo y estudio sobre la respiración, algunos no tan modernos como el "Yoga" y otros más en boga como el "Pilates" y el "Mindfulnes".

La gente se extraña cuando les comento que en Karate trabajamos la respiración. Quizás no tanto como nos gustaría, pero hay un trabajo ancestral y tremendamente técnico e importante en nuestro arte marcial.

Existen varios tipos de trabajo de respiración en Karate. Los dos más importantes son la respiración normal o torácica y la respiración abdominal o también llamada “Diafragmática”.

La segunda respiración, la respiración abdominal “ibuki-nogare” es en la que reside más dificultad pero al mismo tiempo más beneficios para nuestro cuerpo y miente. Precisamente por ser la respiración la bisagra entre ambos, un buen trabajo de respiración no sólo permite oxigenar mejor el cuerpo, facilitando un mejor intercambio de gases en nuestros pulmones sino también, un mayor aporte de moléculas de oxígeno a nuestros músculos. Es además, para muchos especialistas en psicología un buen sistema de relajación y gestión de las emociones.

Para los antiguos maestros de Karate de Okinawa, la respiración diafragmática está íntimamente vinculada a la energía (KI), que reside fundamentalmente en el Hara (abdomen). Para la ciencia moderna, podemos decir que nuestro centro de gravedad reside en la parte baja del abdomen. Desde el momento que nos ponemos erguidos, perdemos esa facilidad para respirar utilizando el bajo vientre. Los bebes lo hacen de forma automática debido fundamentalmente a que su centro de gravedad reside en su espalda.

En el Karate, la respiración abdominal busca entre otras cosas, pasar inadvertido ante el oponente nuestro estado anímico o físico, beneficia el efecto de nuestras técnicas, permite mayor estabilidad y equilibrio en giros, saltos y desplazamientos en general. También nos permiten en Karate recuperar la calma después de un gran esfuerzo al permitir un mayor aporte de oxígeno a la sangre.

Por medio de los Katas de Karate trabajamos la respiración en sus distintas variantes. Estos ejercicios son, además de la fuente de conocimiento del Karate, ejercicios de meditación en movimiento. La respiración abdominal consiste en llenar la parte baja de los pulmones, inhalando por la nariz, relajando el diafragma e hinchando el abdomen para después exhalar el aire, vaciando el abdomen y endureciendo la zona central de nuestro cuerpo (abdomen, zona lumbar, pelvis, etc.)

Existen variantes en este tipo de respiración, pero todos ellos buscan el mismo objetivo, la salud y el equilibrio físico y mental.

Te planteo el siguiente ejercicio: el día que más cansado llegues a casa; o bien el día en el que más estresado o preocupado te encuentres, pon música agradable, túmbate boca arríba y coloca un objeto pequeño (por ejemplo un zapato), encima de tu tripa. Mientras inspiras, ve hinchando la tripa y observa como el objeto se eleva, puedes contar despacio hasta dos o tres segundos, y acto seguido, manten el aire uno o dos segundos; expulsa el aire despacio y observa como baja de nuevo el objeto y se vacía tu tripa.

Sergio Cabo.

CN 4º Dan de Karate.

Entrenador Nacional de karate.

Instructor Nacional de Defensa Personal.

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