Tengo más de 50 años, y me animé hace dos años a estudiar violonchelo. (Soy músico aunque no profesional). Pues llevo más de un año siendo alumno de Eduardo y me encanta de él su capacidad para adaptarse a lo que el alumno quiere y puede, enfatizando los elementos técnicos necesarios, pero de una manera integral, con cabeza, no por un afán mecánico sin más. Es un profesor flexible. Disfrutamos juntos de la música y sus clases son momentos que ayudan a pensar la música, a sentirla y disfrutarla, integrarla en el ser humano aunque en realidad no estés dando más que las cuerdas al aire. Me llevo cada vez mejor con ese maravilloso instrumento que el violonchelo gracias a él. Lo recomiendo como profesor.
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