Daniel Diaz

He trabajado como traductor e intérprete durante los últimos seis años y al unísono he sido profesor en la Universidad de La Habana. Ambas experiencias y los aprendizajes que he obtenido de ellas se han complementado y me han ayudado a entender que la enseñanza de una lengua o idioma extranjero es una labor que debe ser, por encima de cualquier otra cosa, motivadora. Por lo tanto mi enfoque radica en conseguir que los estudiantes se sientan cómodos y en confianza y perciban el nuevo idioma que aprenden como un elemento íntimamente relacionado con su realidad diaria. No me considero un profesor dogmático ni apuesto por las imposiciones. Me interesa que el estudiante sea espontáneo y reconozca sus fortalezas y debilidades para conseguir trabajar en función de perfeccionarse como aprendiz. Creo que el proceso de enseñanza y aprendizaje es bilateral: el estudiante aprende del profesor y el profesor de sus estudiantes. Mi misión es adaptarme a las necesidades de los estudiantes y alimentar su potencial, el cual, estoy convencido, es ilimitado. Mis clases se sostienen sobre la base del respeto y el ocio.