Hana Abulkheir

Primero quiero saber en qué nivel está el estudiante y preguntarles en qué les gustaría aprender o enfocarse. Cada persona tiene una manera en la que aprende mejor, por lo que mi objetivo sería adaptarse a las necesidades del estudiante y hacerlo lo más divertido e interesante posible. Aquí hay un ejemplo de cómo planearía una lección:
Calentamiento: Comience con una actividad o discusión rápida para involucrar al estudiante y actualizar el conocimiento previo.
Introducción: Introduce el tema, explica su importancia y esboza los objetivos de la lección.
Actividad principal: Involucrar al estudiante en actividades interactivas (lectura, escritura, ejercicios de habla) que se centran en el objetivo. Incorporar práctica y aplicación Proporcionar retroalimentación constructiva a lo largo de la actividad para guiar al estudiante.
Ejercicios: Incluye una mezcla de trabajo individual y en pareja para practicar las habilidades aprendidas. Esto podría ser mensajes de escritura, práctica de conversación o ejercicios de gramática. A lo largo de la lección, también animaría a mi alumno a hacer preguntas. Contexto de la vida real: Utilice escenarios o temas relevantes para la vida del estudiante para hacer que el aprendizaje sea más significativo. Asigne prácticas relevantes para reforzar la lección, como leer un texto específico, escribir un ensayo o prepararse para una conversación.
Sugiere recursos para el aprendizaje adicional (por ejemplo, sitios web, libros, podcasts).
Después de la lección, le preguntaba al estudiante qué funcionaba bien y qué se podía mejorar y ajustaba las lecciones adicionales en función de lo que decía el estudiante.