Irene Marcos Martín

Desde pequeños los niños deben adoptar un hábito de estudio, por un lado constante y organizado, por otro lado creativo, de manera que no perciban el estudio como una actividad aburrida e impuesta y que ellos mismos sean conscientes de la importancia de estudiar.

Fomentar sus ganas de aprender, su curiosidad por el estudio y por la cultura, ayudará muchísimo en su rendimiento académico y será para ellos/as un potente estímulo para seguir estudiando y aprendiendo día a día.

Para aquellos más mayores, tanto despertar o reavivar el interés por el estudio, como enseñarles a aprender (mediante técnicas de estudio que hagan el estudio más entretenido, más sencillo y más agradable). Otro aspecto a trabajar es aprender a detectar sus fallos y sobre todo aplicar soluciones y métodos adaptados a cada uno, esto será clave tanto para sus resultados académicos y su trayectoria como estudiantes, como para ellos mismos.

Respecto a mis cinco años de experiencia como profesora de repaso, he tenido y tengo alumnos y alumnas con metas y dificultades muy distintas, algunos querían aprobar aquellas asignaturas suspendidas, otros necesitaban ayuda o refuerzo con las asignaturas que más les costaban y otros lo que quieren es simplemente una ayuda general, un seguimiento, en su día a día como estudiantes.

Todos ellos, cada uno a su ritmo y con esfuerzo han obtenido o están obteniendo resultados muy positivos (en el caso de mis alumnos y exalumnos: Graduándose en ESO, aprobando Matemáticas, Castellano, Catalán e Inglés, como algunos querían, o mejorando sus calificaciones durante el curso académico de manera general).