A nuestro hijo siempre le habían costado las matemáticas, no le gustaban, y cuando empezó a suspender en 2 ESO empezamos el refuerzo con María. Recuerdo que al terminar la primera clase me dijo "Mamá, con ella lo entiendo". Empezó a verse capaz, a trabajar con más ganas y a aprobar sin problemas. Es una chica muy tranquila, con mucha paciencia, y ha estado siempre disponible cuando necesitamos "ayuda de última hora" o cualquier consulta. Un encanto