Miquel Amorós Bordonado

Durante este curso llevo un par de meses dándole clases a un niño de 9 años y un adolescente de 14. Cuando llegué a las clases sus resultados dejaban que desar a sus padres, ya que solían suspender sus exámenes o no llegaban a sacar más de un 5. Desde que llegué yo a impartir mi metodología y mis tácticas de estudios los dos alumnos han ido mejorando poco a poco sus resultados. Actualmente se encuentran muy contentos con los resultados y de que esté yo allí enseñándoles.
Desde que entré a la carrera siempre he tenido vocación por la enseñanza y ha sido algo que me ha fascinado muchísimo ya que entiendo que un buen profesor no solo enseña una materia, sino que también tiene que entender a su alumno para saber cómo enseñarle y comprenderle.
Este ha sido el primer año que se me ha brindado la posibilidad de demostrar mis capacidades como profesor y estoy dando la talla de una forma sobresaliente.
Entiendo que muchas veces el problema del estudio no es la cantidad de tiempo que debas pasar delante de un escritiorio, sino cómo utilizar este tiempo, organizarte y sacarle provecho. Y esto es lo que yo enseño: a parte de explicar aquellos conceptos que en clase no hayan podido quedar claros, yo sé enseñar distintas técnicas de estudio y de organización que se adaptan a cada tipo de persona para que así el alumno pueda mejorar sus calificaciones y aprenda por sí mismo a desarrollar su propia técnica y pueda utilizarla cuando ya no necesite un profesor particular.
Estoy deseando que se me ponga a prueba con la imensa cantidad de diversidad de alumnos que hay por el mundo y poder enseñarles a sacar su máximo potencial, porque estoy seguro de que todo el mundo tiene grandes capacidades es su interior, y yo, como profesor, deseo sacar a relucir esas capacidades.