Vivimos en una España donde la mediocridad ha dejado de ser una excepción para convertirse en norma. Se premia al que menos incomoda, se aplaude lo superficial, se desprecia la excelencia y se castiga al que piensa. Pero, entre tanto gris, aún hay faros. Uno de ellos es Rafa, profesor comprometido, humano, con vocación y formación real. No enseña por inercia, sino por convicción. Escucha, conecta, motiva. Su aula es refugio de respeto, esfuerzo y crecimiento. En un sistema que margina a los brillantes y encumbra a los mediocres, él es la prueba de que aún queda esperanza. Porque enseñar no es solo transmitir datos, sino sembrar sentido, pensamiento y dignidad. Y eso Rafa lo hace cada día. Gracias por no rendirte. Por seguir creyendo en la educación como motor de cambio. En tiempos oscuros, ser luz también es una forma de resistencia
Ver más
Ver menos
Rafael responde:
Ascensión, tus palabras me emocionan y me animan a seguir dando lo mejor. Enseñar con sentido y corazón es mi compromiso, y recibir este reconocimiento es un regalo. Gracias por ver la luz en medio de la oscuridad y por confiar en este camino juntos. Un abrazo grande.