Valeria Camino

La dinámica que utilizó consiste primero en un acercamiento profesional alumno-profesor para establecer un nivel sobre el que construir los cimientos.
Me gusta ser conocedora de las aptitudes y puntos fuertes del alumno como estudiante, así como de los puntos flacos para reforzar estos y aumentar más si cabe las virtudes.
Entiendo la dificultad de un curso por las fechas que hay que cumplir, por lo que establezco objetivos claros y realistas con los que me comprometo.
Estimo un mínimo de tres clases semanales para cumplir los objetivos. Me gusta motivar al estudio individual con ejercicios y pruebas para luego corregirlas online. Considero en la asignatura de lengua castellana imprescindible una base literaria, son las patas de la mesa que sostiene un aprobado. No importa el nivel del que se parta, sí la progresión y las ganas por parte del alumno y del profesor, sobre todo del profesor.
La comprensión del contenido es crucial, por lo que me gusta ayudar a pensar por uno mismo más que repetir de pura memoria. Igualmente el ejercicio de la memoria es importante, y como un músculo es cuestión de ejercitarla.
Lectura, entendimiento y aprendizaje son las bases. Morfología y sintáxis suele ser una dificultad si no ha habido una correcta enseñanza de ella, suelo darle mucha importancia.
Me especializo en enseñar a personas con déficit de atención porque suelen ser a los que les cuesta más aprender con la educación escolar al uso y dudan de sí mismos.
Refuerzo las clases son tareas lúdicas que se ajusten a las aficiones del alumno: cine, música, lectura, deporte... Relacionándolas con la asignatura en cuestión.