Virginia Mg

Me encanta enseñar. Llevo haciéndolo desde que tenía 16 años. Me encanta transmitir conocimientos a los alumnos y ver cómo se van nutriendo de ellos. Mi objetivo es siempre que comprendan lo que estudian, que lo apliquen a la práctica y que estudiar no sea un deber si no una pasión por aprender continuamente e ir creciendo.

Soy muy paciente y no me importa repetir las explicaciones cientos de veces hasta que el alumno lo ha interiorizado. No me levanto de la silla hasta que el alumno o la alumna en cuestión me ha demostrado que ha adquirido el conocimiento que le he intentado transmitir.

Normalmente suelo dar un respiro a la clase. Es decir, cada 30 minutos hago un pequeño descanso de dos minutos poniéndole un ejemplo de la aplicación en la vida real de aquella materia que estamos tratando. De esta forma consigo que se evadan esos minutos para pasar a otra materia que requiere mucha atención y además lleven a la realidad lo aprendido para que les sea más complicado olvidarlo.

Me importa que mis alumnos aprueben y si veo que no quieren aprobar porque no quieren estudiar, o que están desaprovechando la oportunidad de estudiar conmigo, lo pongo de inmediato en el conocimiento de sus padres o tutores. No quiero que nadie pierda su dinero y yo tampoco quiero perder el tiempo.

Soy jurista de profesión y oposito al cuerpo técnico de hacienda donde las matemáticas son uno de los exámenes que tengo que pasar. Así que nunca he dejado de estudiar matemáticas desde que tengo uso de razón porque siempre he tenido alumnos y siempre les he dado matemáticas.

Sin más, esta soy yo y esta es mi más sincera forma de proceder en una clase particular.